Última

El Cuervo y la Luna

Corbin estaba acostumbrado a sentirse poco más que una sombra. Su silueta se entremezclaba con las tinieblas de las calles que recorría. Había ocasiones en las que ni siquiera él lograba distinguir dónde terminaban sus manos y dónde empezaba el vacío nocturno. El único momento en el que se apreciaban con claridad sus rasgos era cuando…